Todo parece indicar que los cabeceros de cama rústicos son “lo que se lleva” en decoración de habitaciones. Los motivos saltan a la vista: por un lado son ecofriendly, ya que estamos reciclando, y quedan bárbaros. Por otro, son fáciles de conseguir o hacer uno mismo en casa.

En el ejemplo del hazlo tu mismo de hoy van a comprobar lo que les digo. El trabajo en total demandó solo 8 horas y unos pocos elementos que se resumen en: una pieza de madera cortada a la medida o varios listones engrampados  por detrás, una plancha de stencil con diseño a elección y pintura en aerosol.

Lo que sigue es habilidad, unos pasos básicos y… ayuda de alguna persona con bastante fuerza para mover la madera. Primero la madera debe ser lijada del lado a pintar y cepillada para retirar el excedente de aserrín. Luego la colocan apoyada contra una pared y con el stencil y la pintura, van repitiendo el diseño por toda la superficie o en la forma que prefieran. Dejan secar la pintura y después está listo para usar.

Lo apoyan contra la pared de la cama, en un sutil ángulo lo suficientemente cerrado como para que se mantenga en pie pero que parezca que está vertical. Si prefieren lo pueden atornillar a la pared. ¿Qué les pareció la idea?

Imágenes via: Design Sponge

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