Si quieres dejar de lado las cortinas tradicionales, el estilo romano puede ser lo que estás buscando.  Es justamente por esto que hoy te contamos un poco acerca de estas cortinas que muchas veces pueden convertirse no sólo en la mejor opción sino también en la única!

Cuando hablamos de  cortinas romanas nos referimos a  un panel de tela  que se pliega verticalmente, formando una especie de  acordeón, gracias a un sistema de varillas horizontales cosidas a intervalos regulares por dentro de la tela.  Es esto lo que permite enrollar o desenrollar la tela con ayuda  de un cordón.

Este tipo de cortinas, junto con las roller, son perfectas  para cuando se necesita limitar la cortina al espacio de la ventana únicamente, como sucede en ventanas que no llegan al suelo o con aquellas con poco espacio alrededor. Están recomendadas para ventanas fijas o corredizas y no son prácticas en ventanas que se abren hacia adentro. Su colocación se puede hacer tanto en pared como en techo o taparollo.

Las cortinas romanas quedan mejor en telas lisas que con estampados. De todas maneras se puede  elegir un estampado sin problemas siempre que se trate de motivos pequeños de manera tal que no queden interrumpidos por los pliegues cuando la cortina esté levantada.

Su diseño de líneas rectas y limpias, con poco volumen, la hacen ideales en decoraciones modernas y minimalistas. Por esta misma razón, los colores preferidos son los claros, preferentemente los crudos o tierras, aunque cualquier color es válido.

Fuente e imágenes: Estilo ambientación y Planeta deco