Recuerdo aquella inolvidable película “Chocolat”, que transcurría en la magia de un pueblito francés donde Juliette Binoche abría una encantadora tienda de chocolates y dulces. Es inexplicable el flechazo que nos produce a muchas, la tienda pâtisserie ambientada con simpleza, objetos antiguos y colores frescos. Este es el caso de un dulce hallazgo en el barrio Born de Barcelona. Se trata de “Florentine Cupcakes & Cookies”,  una pequeña tienda sumergida en calles antiguas de la ciudad, que ofrece los célebres cupcakes y galletas dibujadas como en cuentos de la infancia.

El interior tiene la modestia y frescura que atrapa, sin lujos ni extravagancias posmodernos. Paredes de ladrillos crudos, que dejan ver el paso del tiempo, estantarías de madera cruda, porcelana y losa antigua, frasquitos de mermelada, latas de té, cristalería, bolsitas de bombones, etc. Sólo con mirar algunas imágenes del lugar, promete una experiencia romántica.

Desde la fachada exterior, los portones antiguos verde agua invitan a un espacio con toques vintage como un espejo provenzal colgado, una vieja silla windsor, delantanles floridos colgados en una pared turquesa y por sobre todo, las vitrinas clásicas de madera gastada, con un orden impecable.


Sin dudas, un concepto clásico e irresistible digno de adaptarlo a nuestras pampas.

Fotos Via Blog HolaMama

Escrito por Victoria Lemos, Decoradora de Interiores y Vidrierista del Staff Decocasa.

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