Lo viejo no tiene porqué ser descartado. De hecho, los elementos que ya no se utilizan pueden adquirir nuevas funciones.  Esto nos lleva a un combo perfecto:  solucionar problemas sin gastar mucho dinero. Veámos algunos ejemplos de esta tendencia. Esperamos que los inspiren!

Los viejos tirantes pueden reinventarse para dar vida a un perchero. No tienen porqué ser todos iguales, de hecho si se inclinan por modelos diferentes crearán un efecto más llamativo.

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Un  cajón de cómoda en desuoso puede convertirse en un excelente  gabinete de baño.

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Una botella de whisky se transforma en jabonera.  Sin dudas una propuesta ideal para un baño de aires masculinos.

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Cerramos con una propuesta para las amantes de los aros.  Con tan sólo pintar un rallador que ya no sirva más es posible tener tus joyas en perfecto orden.

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Imágenes vía: Digs Digs