Las escaleras suelen ser espacios olvidados.  Una vez que seleccionamos su color y su piso la tarea parece estar terminada.  Sin embargo con un poco de ingenio podemos renovarlas y lograr que no pasen desapercibidas.

Una escalera puede formar parte integrante e importante de un  ambiente si logramos darle continuidad.  En este caso el color de la baranda de la escalera es igual al de las sillas, un gesto cromático que unifica.

Aunque la misma idea del color también puede utilizarse para contrastar .  De hecho esto es justamente lo que se ha hecho con esta baranda naranja que aporta color a un espacio regido por los tonos neutros.

Por último, una escalera clásica renovada con ayuda de una alfombra y un diseño pintado de baranda en composé.

Imágenes vía: Apartment therapy