Confieso que el naranja es uno de mis colores favoritos a la hora de decorar. Es un tono que brinda vitalidad y energía a cualquier ambiente. Según el Feng Shui, el naranja es el color de la túnica de los monjes budistas y expresa unidad con el universo. Simboliza voluntad, comunicación y placer.

Una acertada elección de complementos como los almohadones y alfombra suman al espacio.

Este espacio fue presentado en la Muestra Estilo Pilar 2010.