Hoy te traemos una técnica que te ayudará a reformar tus sillas para que parezcan otras. Se trata del efecto “sumergido”, una forma de dar una nueva vida a tus viejos muebles.

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Procedimiento

1. Preparar las sillas

Busca un lugar con buena luz y aireado, tapa el suelo con una sábana vieja o papeles de diario para evitar que se estropee.

♦ Para obtener el efecto de patas sumergidas en color lo primero que hay que hacer es lijar toda la silla con una lija de grano fino. Una vez lijada toda la pieza, retira el polvo que haya podido quedar con ayuda de un trapo.
♦ Una vez lijada, y antes de empezar a pintar la silla, hay que darle una imprimación a la madera, solo necesitas una capa para tener una buena superficie a la que la pintura pueda adherirse, siguiendo las vetas naturales de la madera.

2. Comenzar a pintar

Una vez que se haya secado la imprimación, es momento de empezar a pintar con los colores seleccionados, siempre pensando en los tonos que mejor vayan con el resto de la decoración.

3. Efecto sumergido

Una vez que se haya secado la pintura puedes comenzar a realizar el efecto sumergido. Lo mejor para lograr este efecto es decantarse por una pintura que contraste con la del resto de la silla. el trabajo a realizar es el siguiente:

♦ Medir a hasta qué altura de las patas quieres que llegue el efecto. Colocar cinta de pintor por encima del punto seleccionado. Para que el acabado quede regular será preciso lijar sobre la parte a pintar y limpiar el polvo de nuevo. Ahora ya es posible pintar el segundo color de las patas. No olvides dejar secar la primera capa antes de aplicar la segunda.
♦ Cuando la pintura esté bien seca puedes retirar la cinta de pintor y listo!

Fuente: Decoratrix