El crecimiento de los niños nos enfrenta a cambios y desafíos constantemente. Uno de esos cambios se lleva a cabo en la decoración y transformación del dormitorio del bebé en el de la niña. Véamos como se logró sortear este reto en este caso.

Se parte de un dormitorio que mezcla los tonos neutros con detalles de color brindados por los objetos. Asimismo conviven en este cuarto  elementos nórdicos y simples con otros más trabajados como la lámpara de techo.

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Para poder hacer frente al crecimiento de la niña, este dormitorio tuvo que adaptase.  Es por eso que se cambiaron algunos muebles de lugar, como la cómoda.  Asimismo se dejó de lado la cuna y se la reemplazó por una cama de aires vintage.  El estante y la lámpara permanecieron tal cual.  Por su parte, la zona que más se modificó fue la pared principal que pasó de ser gris a presentar lunares.

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Fuente: La Lole

 
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