Muchas veces contamos con elementos de los que ni nos acordamos.  Y son justamente ellos los que pueden darnos la solución a nuestros problemas.  Esto es exactamente lo que ha hecho esta vieja mesa escondida en un garage que fue capaz de  convertirse en un excelente bar.

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La tarea fue bastante más sencilla de lo que creíamos.  Todo lo que se hizo fue barnizar la mesa y colocarla en un rincón.  Para completar la propuesta, un detalle colgante alusivo y una serie de botellas, ingredientes para coctelería y vasos.

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Fuente: Apartment Therapy