El secreter es un mueble que nos acompaña desde hace mucho tiempo. Si bien esta pieza de mobiliario supo ser utilizada como escritorio, hoy en día puede ser usada en otras formas. Dueño de una enorme versatilidad, el secreter puede formar parte de  espacios de aires antiguos como así también puede actuar como contrapunto en ambientes contemporáneos.

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Elegante como pocos, el secreter es capaz de  aggionarse y ofrecer una versión en la que las líneas más rectas sean las que manden.   Uno de los detalles que más nos gusta de este mueble es la puerta que al abrirse maximiza el espacio de apoyo y descubre un universo dedicado al guardado.

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Esta pieza puede reinventar también su fincionalidad.  Con ayuda de un espejo se convierte en un tocador sin mayores inconvenientes.

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Llamativo como pocos, el secreter puede ubicarse en cualquier parte del hogar.

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Imágenes vía: Ambar y Totpint