Contar con un jardín o patio en casa siempre es una bendición. Sin embargo, en las ciudades muchas veces sucede que estos espacios exteriores son pequeños o se encuentran entre muros altos generando sensación de encierro. En estas circunstancias, los espejos se convierten en nuestros aliados ya que nos ayudan a luchar contra este efecto de ensimismamiento.

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Los espejos verticales colaboran al momento de crear sensación de mayor altura, efecto ideal para jardines encerrados entre edificios.  Por su parte, los espejos horizontales, generan sensación de mayor ancho.

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Los estanques nos brindan paz y tranquilidad.  Estos sentimientos pueden crecer con ayuda de un espejo.

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Los espejos más pequeños nos ayudan a crear “cuadros de la naturaleza” al mismo tiempo que magnifican la luz natural del lugar.

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Imágenes vía: Guía para decorar